19 de junio de 2009






Días atrás recibí un correo donde se mostraban fotos donde yacía un bebé recién nacido en las calles de China, ya que en ese país no se permite tener más de un hijo por familia, además de esto no pueden tener más de dos mujeres porque es una desgracia para la familia. El correo menciona que existen 1.3 billones de habitantes en China pero desafortunadamente las mujeres son la minoría y esto genera un desequilibrio en géneros, por lo que como resultado el tráfico de mujeres es otro problema generado. Además presentan imágenes donde se venden partes de fetos o fetos cocinados para que las personas se los coman. No sé si esto será real y suceda, quizá sea mentira y no sé qué pensar. Creo que es horrible lo que está sucediendo (si es que es cierto y si es que pasa). También creo que todo esto es parte de que seamos tantos y nos reproduzcamos a ritmos mucho más acelerados que cualquier otra especie. Supongo que degeneraciones como estos casos son producto del exceso de gente. La consecuente pérdida de valores y respeto por la vida creo que tiene que ver con la necesidad de sobrevivir que tiene la gente en muchos lugares donde los recursos desde hace mucho tiempo ya son insuficientes. No digo que esto lo justifique. Tampoco digo que esto no pase (claro que pasa!) en países como el nuestro, en ciudades como la nuestra, en escuelas y familias como la nuestra. Lo cierto es que las personas cada día están más dañadas y temo que para allá vamos. La pregunta es ¿podemos hacer algo para evitarlo? Eso es precisamente lo que no se. La idea de enviar cartas al gobierno, hacer protestas y exigir que se creen leyes distintas a las que conocemos no nos va a librar de la degeneración acelerada que sufre nuestra especie ni nos va a proveer recursos no renovables nuevos. Entonces, ¿no se puede hacer nada? ¿Vamos directo al acabose? No lo sé. Lo siento, en esta ocasión no tengo propuestas ni posturas definida. Los religiosos tal vez tendrán la suya y será igual de cuestionable que la de los ateos, activistas, pacifistas, indiferentes y retrogradas.
Lo único que espero es que en este país podamos crear una conciencia y no seamos parte de estos problemas que se avecinan con gran rapidez.

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