29 de mayo de 2009

La Aventura Comienza...

A los 24 años 10 meses de vida decido hacer un cambio, irme a vivir un tiempo a los Iunated Estates, al principio creía que jamás se podría realizar porque mi visa era de turista y para trabajar allá sería un poco complicado, sin embargo no dejé de buscar la forma, mis amigas llevaban 6 meses en aquel país.

Diana una de ellas, sería mi complice en esta aventura, radicaba en Maryland trabajando de niñera y pasando un año aprendiendo inglés y conociendo nuevos lugares en EU, su amiga Andrea vivía con la familia Garnish, ellos decidieron después de hacer muchas llamadas, mandarnos correos, enviarnos fotos, etc., aceptarme como niñera de Lindsay y Chloe, la aventura comenzó, decidí viajar a un lugar desconocido, con gente desconocida y con la esperanza de que Gloria mi otra amiga estuviera ahí para divertirnos juntas.

El vuelo Guadalajara-Chicago fue realmente una locura no podiamos aterrizar por una tormenta de lluvia que no paraba, después de dos horas logramos pisar tierra y hacer el cambio de avión para llegar a Washington DC., ahí me esperaban Melissa y JC Garnish, quienes me recibieron con los brazos abiertos y un fuerte abrazo, puesto que estaban preocupados por el retraso.
Llegamos a casa, las niñas dormían, Melissa me dió el teléfono para hacer la llamada a mis Papás y avisar que estaba bien.

Me dejaron el cuarto de mis niñas, era la típica casa americana hecha de madera y un zótano lleno de multiples y variadas cosas de la familia como juegos, pelotas, maletas, un refri, la lavadora y la secadora, la oficina de Melissa, etc.

Las ventanas no tenían protecciones, algo que en lo particular no estoy acostumbrada, en un principio me incomodó pues lejos, en un lugar desconocido y en medio de un bosque me parecía difícil conciliar el sueño, estaba oscuro y no encontraba ese rinconcito en la cama para poder pegar el ojo, decidí prender la luz y entre tantos juguetes y pertenencias de mis niñas encontré una tira de luces nocturas de tinkerbell (campanilla), rodeaban la ventana que quedaba frente a mi, decidí conectarla y me sentí más tranquila, no es que tenga miedo a la oscuridad, si no que, no sabía si era seguro ese lugar. No supe en que momento quedé dormida.

A la mañana siguiente desperté con los nervios de punta, las niñas ya estaban despiertas y corrían por toda la casa, no sabía si les caería bien o no, esa era mi preocupación así que decidí salir pues también ellas querían conocerme. Andrea preparaba el desayuno, Chloe estaba con ella y Lindsay en el sillón viendo la tele.

Me acerqué a Lindsay y pronto se puso a platicar conmigo, los nervios no dejaban que entendiera todo lo que me preguntaba, así que Adrea intervino y le pidió que fuera a la mesa a desayunar y enseguida lo hizo, eran una nenas adorables jamás las olvidaré, digamos que fueron como mis hijas, las primeras niñas en mi vida. Son educadas, traviesas, divertidas, cariñosas y muy inteligentes. Me enseñaron muchas cosas y aprendimos a convivir, al principio fue difícil con Chloe quien era la bebé de la casa y la más consentida, pero a pesar de todo pudimos entendernos.

Melissa y JC me trataron como una hija adoptada, me prestaron un carro, mi cuarto era amplio, tenia mi propia computadora, mi teléfono, era como mi casa, ellos hicieron que me sintiera como de la familia yo podía llegar a las 12pm a más tardar, afortunadamente para ellos vivíamos un poco alejados de mis amigas, Severn era el condado y tenías que salir de la colonia en carro puesto que sin él no llegabas muy lejos.

JC me realizó una prueba de manejo y la aprové, fue lo más gracioso, pues estaba nerviosísima pero al final todo salió perfecto.

Al pasar los días todo marchaba de maravilla y Gloria se iba a regresar a México muy pronto, lo mejor es que ella ya tenía amigas allá, Jossy vivía en Virginia y Paty en Baltimore, la más cercana era Paty a 30 minutos sin tráfico, hasta 2 horas con tráfico dependiendo del día y la hora, pero fue así como un sin fin de aventuras comenzaron, viajar a Virginia era un poco más de tiempo pero nunca fue demasiado para estar con ellas pues fueron los mejores meses de mi vida el compartir con ellas tantas aventuras, viajes, chismes, entre otras múltiples actividades.

Conocer DC, manejar en nieve, conocer gente de otros paises, pasar año nuevo en Nueva York, ver a Joel (mi hermano postizo) en Chicago, poder hablar con Angie a Seattle a la hora que yo quisiera, estar en un lugar completamente diferente a lo que conocía fue algo maravilloso, la familia, mis amigas y amigos, aprender otro idioma y entender un poco de su cultura, así como también enseñarles de la cultura mexicana, vivir como ellos es similar a lo que nosotros vivimos o al menos como mi famila lo hace, es como si otra parte de mi se hubiera quedado con ellos, todo lo que aprendí y viví nunca lo podré olvidar.

Estaré inmensamente agradecida con ellos pues confiaron la vida de sus hijas en mi y me abrieron las puertas de su casa. Espero algún día poder recompensarles un poco de lo que ellos me dieron y enseñaron.

De tantas historias que tengo por contar en esta aventura, puedo decir, que haber vivido con la familia Garnish fue de lo más divertido y amoroso que puedo contar, pero las historias continuan y esta es el principio de lo que sucedió...

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